El Grupo BMW comercializó en 2017, por primera vez, más de 100.000 vehículos electrificados en un solo año, un periodo en el que el 100 % de la energía que compró en Europa provino de fuentes renovables.
La compañía registró en 2017 una cuota de mercado del 21 % en el segmento de los eléctricos e híbridos enchufables, lo que representa tres veces su cuota de mercado con los modelos tradicionales.
Este «éxito» supone reducir las emisiones de CO2 un 42 % con respecto a 1995.
El objetivo de BMW es lograr una reducción del 50 % para 2020.
Según la directora de Sostenibilidad y Protección Ambiental del Grupo BMW, Ursula Mathar, «en línea con su estrategia integral de sostenibilidad, la empresa está enfocando sus actividades de protección climática «no solo en sus productos, sino también en las emisiones en sus centros de producción».
Así, las turbinas de viento en su planta de Leipzig (Alemania) se utilizan para generar la energía necesaria para producir el i3, al mismo tiempo que un sistema de unas 700 baterías usadas en el mismo coche permite que la energía de los generadores se integre en la red eléctrica, lo que «extiende su utilidad más allá del final del ciclo de vida del vehículo» y ahorra recursos.
BMW ha recordado que en 2017 alcanzó otro de sus retos al conseguir «por primera vez» en Europa que toda la electricidad que compró proviniera en un 100 % de energías renovables.
El objetivo es implantar el mismo modelo en todos sus centros antes de 2020.
La compañía trabaja con un socio independiente para analizar en una mina modelo en la República Democrática del Congo la situación social y ambiental y para buscar cómo se puede mejorar de forma sostenible.
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