El mundo camina irremediablemente hacia una debacle mundial que lo arrasará todo, y los supervivientes se aferrarán a aquello que aún pueda darles algo de esperanza, y en mi caso, ese «algo» es y será la pasión por las motos clásicas y las transformaciones .
Soy un romántico sin fin de lo antiguo, de lo vintage, de lo retro…y mi sueño siempre fue conseguir algún día realizar mis propias creaciones.
Por ello, inauguramos esta sección con mi primer sueño hecho realidad, una YAMAHA FZR 1000 del ´88, convertida en una «streetfighter» brutal. Esta es la historia de «BRUTA«.
“Si tienes un sueño…hazlo realidad”, y eso es precisamente lo que hice, y sigo haciendo con Javi y Juanma. Nos une la pasión por las motos en general, y por las “made in garaje” en particular.
Esta es nuestra primera experiencia “seria” aunque no la única, pues hemos hecho otras que esperamos poder mostraros, y el resultado, es esta “streetfighter” llamada BRUTA.
Adquirí esta YAMAHA FZR 1000 del año 1988 entera, con horquillas invertidas y manillar de cross, pero cuando llegó, vimos que no tenía dos tornillos iguales, y su aspecto, desastroso. Estaba claro que nos iba a dar mucho trabajo.
«Optamos por hacer una caja de aluminio perforada en los laterales»
La desmontamos entera. Primero repasamos, limpiamos y ajustamos el motor, carburación incluida; también el sistema eléctrico, que nos dio mil y un problemas. Pensamos que el potente motor de la FZR afinado, era suficiente para nuestro proyecto; un escape “Akrapovic“ de carbono fue el único extra que pusimos….y cuando arrancó, sonaba divinamente.
A continuación, pulimos y dejamos como nuevo el fantástico chasis “deltabox”, y para darle mayor personalidad, adaptamos el basculante de una YZF 750 R, que nos permitió montar un neumático de 190, algo que estaba pidiendo a gritos.
Ahora quedaba la parte más importante, dotar a nuestra “veterana” FZR de una estética única. Para ello, elevamos el subchasis mediante anclajes hechos a mano, así, conseguimos que la parte de atrás llamara la atención. Esto ocasionó que algunas partes, el depósito, las tapas laterales,… no encajaran bien, pero lo arreglamos realizando piezas especiales a modo de embellecedores allí donde hizo falta…y el resultado nos pareció muysatisfactorio
Conseguir que todo el cableado quedara oculto fue tarea complicada. Probamos numerosas “soluciones”, al final optamos por hacer una caja de aluminio perforada en los laterales que colocamos debajo de la futurista careta “Acerbis”.
El proyecto iba “cogiendo forma”; era la hora de la pintura, y eso era cosa mía. Siempre tuve predilección por los “Ford GT” que ganaron cuatro veces consecutivas las 24 horas de Le Mans en los años ´60, así que decidí rendirles un homenaje pintando a “BRUTA” con los mismos colores: naranja y azul celeste, con las llantas en negro mate con detalles naranjas. Creo que esto contribuyó a hacer aún más llamativa nuestra obra.
«El resultado, es esta “streetfighter” llamada BRUTA«
Mientras yo me dedicaba a “sacarle los colores”, Juanma y Javi fueron dando los últimos repasos colocando puños de cross, espejos minimalistas, intermitentes de carbono, tornillería anodizada azul, aleta trasera de carbono, alguna pieza especial en aluminio, y adaptando la preciosa quilla hecha a partir del carenado original.
El resultado final lo podéis juzgar vosotros. Todo es mejorable, pero nadie puede ganarnos en ilusión y cariño cuando se trata de hacer realidad los sueños con forma de moto.
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Interesante creación….a pesar de que creo que las «streetfighters» tuvieron «su momento» en el pasado, hay que reconocer que sigue siendo llamativa. Está claro que la ilusión puede (muchas veces) más que los recursos.